lunes, 23 de julio de 2012

TENDREMOS NUEVA LEY DE ABORTO?


El aborto es un tema espinoso, donde es difícil separar la ética de la legalidad. Hay pocos temas que, en el mundo del derecho creen tanta polémica. Todos tenemos asumido que si no pagamos la hipoteca, el banco va a embargarnos el piso, pero mucha gente no asume que la mujer sea la dueña de su propio cuerpo y tenga derecho a abortar sin esgrimir otra razón que su mera voluntad.
Es ético abortar? Debemos abogar por una ley de aborto libre como la que ya tenemos o es mejor cambiar de nuevo y que la ley regule los supuestos en los que a la mujer se le permite abortar? Lo que está claro es que estos temas tan complejos no pueden contestarse con una respuesta simple, sino que deben abordarse desde diferentes perspectivas y en cada uno de los supuestos.
En Stem Legal, defendemos la libertad de la mujer sobre todo, y su derecho a decidir sobre su cuerpo. Rechazamos las actitudes paternalistas por parte de las instituciones y del sector médico sobre la mujer que la consideran, en muchos casos, incapaz de tomar decisiones por si misma. Entendemos que, la penalización del aborto no conlleva una disminución del problema y que la solución pasa por educar y concienciar a los jóvenes. Los recortes sobre la cultura traerán consigo un aumento de los embarazos no deseados y de nuevo las clases más humildes serán las más perjudicadas. La no inclusión del aborto entre las prestaciones de la seguridad social no hará más que ahondar en la grieta entre clases y retrocederemos 30 años cuando las niñas bien iban a Londres a abortar y las que no tenían medios debían resignarse a una maternidad no deseada.
Se está comentando que la nueva ley no considerará las malformaciones del feto como un supuesto para abortar. De nuevo, si encumbramos la libertad de la mujer como bien supremo, debemos rechazar esta limitación al aborto. En cualquier caso no es de recibo que el Gobierno reduzca las prestaciones sanitarias y que obligue a la mujer a tener un hijo con malformaciones. Son necesarias ayudas a la maternidad, estímulos a la mujer, que se fomente tener hijos no que se penalice el aborto.
Finalmente expresar que entendemos que la legislación no puede apoyarse jamás en convicciones religiosas sino en los derechos universales que, siempre protegen la libertad del ser humano y su dignidad por encima de cualquier creencia.
STEM LEGAL

miércoles, 18 de julio de 2012

DIVORCIO O SEPARACIÓN?


Esta es una pregunta que suelen hacer todos los clientes cuando vienen por primera vez. ¿Qué me conviene, una separación o un divorcio?.

Normalmente el principal argumento que nos dan aquellos que prefieren una separación frente al divorcio es que la palabra "divorcio" les parece demasiado drástica, aún en el caso de que lleven varios meses viviendo separados. La separación también parece ser la mejor solución para aquellas personas con fuertes convicciones religiosas que no admiten un divorcio.
Otros, en cambio, vienen decididos a divorciarse, sin más.
También hay otros que en realidad no están seguros ni siquiera de si la ruptura va a ser definitiva o no.

En nuestro despacho siempre aconsejamos optar directamente por el divorcio por tres razones:
- Razón emocional: Un proceso judicial de ruptura de pareja, sea separación o divorcio es muy duro. Si se opta por la separación, al cabo de un tiempo, se hace necesario el divorcio y ello supone volver a pasar por ese trance.
- Razón económica: Los gastos se duplican en el supuesto de que se opte por la separación y luego quieran el divorcio. Es más económico divorciarse y, si con posterioridad hay reconciliación, volverse a casar, que separarse y luego divorciarse.
- Razones prácticas: El divorcio conlleva un punto final en la relación y permite que las dos partes se desarrollen de forma individual, con independencia del otro. En cambio con la separación, siempre existe el vínculo del matrimonio que condiciona muchas decisiones.

¿Cual es la diferencia legal entre divorcio o separación? Pues que en una separación todavía existe vínculo matrimonial que impide, por ejemplo, contraer de nuevo matrimonio con otra persona. En cambio el divorcio es la extinción del matrimonio.
Ambos estados conllevan que, en caso de fallecimiento, el cónyuge pueda optar a la legítima, así como al cese de poderes otorgados constante matrimonio y al fin del régimen económico matrimonial si se desea.